Considerado el cuadro más conocido del pintor español Vicente López, el "Retrato del pintor Francisco de Goya" ha sido pintado en 1826 y actualmente se encuentra en el Museo del Prado (Madrid).
López, en aquel entonces, era el retratista de la corte de Fernando VII y Goya se encontraba exiliado en Francia. Aprovechando una visita de Goya a Madrid, López aprovechó para realizar la pintura.
Cuenta la leyenda que, llegado un momento determinado de la ejecución, Goya sujetó el brazo a López y le impidió seguir retocándolo, dejando la pintura tal y como a Goya le pareció.
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